sábado, 16 de septiembre de 2017

Había una vez... muchos circos

Laguna de Aguas Verdes
Ya había escrito anteriormente sobre "Señales del pasado glaciar" en Sierra Nevada (pincha aquí) pero en esta ocasión lo he enfocado directamente a los circos glaciares, localmente denominados corrales, las evidencias más claras de la huella que dejaron las glaciaciones en el paisaje actual de Sierra Nevada.

En esta ocasión me han ayudado con las imágenes mis compañeros, Antonio José Ramos, guía del parque y Miguel Ángel  Díaz Puga, geólogo que ha repasado los textos.

El titular ha tenido un especial éxito y es que "todos llevamos un niño que le gustaban los payasos de la tele dentro". Adjunto enlace a la edición digital del periódico:

http://www.granadahoy.com/vivir/vez-circos_0_1171083432.html

Así quedó la doble página en la versión impresa:


Reproduzco el texto y las fotos originales.

SIERRA NEVADA, MONTAÑA DE OPORTUNIDADES


Había una vez… muchos circos

* Una de las formaciones más características del modelado glaciar son los ‘circos’.

* Se formaron durante las fases climáticas frías del Cuaternario, hace más de 140.000 años.

Circo glaciar de La Caldera.
El paisaje de las zonas más elevadas de Sierra Nevada se corresponde con una morfología glaciar modelada por glaciares, masas de hielo importantes de carácter permanente, durante las fases climáticas frías del Cuaternario. Las altas cumbres de Sierra Nevada estuvieron ocupadas por glaciares en los diferentes periodos fríos del Cuaternario, desde hace, al menos, 140.000 años durante el periodo denominado Pleistoceno. Constituyeron los glaciares más meridionales de Europa y su actividad ha perdurado hasta hace unos 7.500 años.

Los circos glaciares, se corresponden con las áreas más elevadas, alrededor de los grandes picos, donde se produjeron los mayores acúmulos de nieve, que se transformaron posteriormente en hielo desarrollando los circos, (denominados localmente ‘corrales’), por erosión. En la actualidad, estos circos se muestran como cubetas muy abiertas y amplias, en forma de cuchara. Los circos se continúan, pendiente abajo, en los típicos valles con perfil en forma de ‘U’, por donde discurrieron en su momento las lenguas glaciales.

Otras ‘huellas’ glaciares.

Otras formas erosivas del modelado glaciar son las cubetas de sobreexcavación, (algunas sirven de vaso en la actualidad a lagunas, aunque la mayoría se encuentran colmatadas de sedimentos), las rocas aborregadas, (rocas pulidas con estrías longitudinales que indican la dirección del desplazamiento del hielo), y los horns’, (picos piramidales que deben su morfología a la intersección de grandes aristas que separan circos glaciares). También tenemos los sedimentos finos depositados en el fondo de los valles por los glaciares (‘tills’) y las morrenas, que son acumulaciones de bloques y materiales finos arrastrados por el glaciar y depositados en forma de colinas alomadas o cordones.
‘Corral’ del Veleta en el valle glaciar del Guarnón.


ETAPAS GLACIARES.

Al igual que ocurre en otras cadenas montañosas, en Sierra Nevada sólo se preservan las morfologías correspondientes a las grandes glaciaciones cuaternarias. Dada la latitud tan meridional de Sierra Nevada, es muy que probable que los glaciares desapareciesen por completo en los períodos interglaciales, ya que en tales periodos el clima imperante fue muy similar o incluso algo más cálido que el actual.

Durante el Pleistoceno, las condiciones climáticas posibilitaron la acumulación de nieve suficiente para el desarrollo de glaciares en Sierra Nevada. Estos glaciares ocuparon zonas deprimidas y valles originados anteriormente por procesos torrenciales y periglaciares. Tras la retirada del hielo, estos procesos se reactivaron degradando o enmascarando la morfología glaciar. Con el estudio de los depósitos glaciares y la utilización de criterios de interpretación geomorfológica se ha podido establecer una secuencia evolutiva del paisaje glaciar de Sierra Nevada que se divide en varias etapas:

    * Una etapa preglaciar, anterior a los 140.000 años, dominada por la acción erosiva periglaciar y fluvial. Los cambios de temperatura disgregan las rocas y los ríos excavan valles encajados con pendientes elevadas por los que transportan los materiales erosionados. Sobre ellos se instalarán posteriormente los sistemas glaciares.
    * Una etapa glaciar propiamente dicha, en la que se desarrollan los glaciares de valle de tipo alpino. Su duración se extiende entre unos 140.000 y 7.500 años. Algunos autores introducen una fase denominada tardiglaciar, (que correspondería al período entre unos 13.000 y 7.500 años), que generaría, en sus episodios finales, depósitos en las cabeceras de los circos -por encima de los 2.550 m. en la vertiente norte y 2.700 m. en la sur-, y formación de pequeños glaciares rocosos.

* Una etapa postglaciar dominada por procesos periglaciales que disgregan las rocas y por erosión fluvial que remodela las formas glaciales precedentes.

En la última etapa fría, en la conocida como ‘Pequeña Edad del Hielo’ (siglos XV al XIX), se formaron masas de hielo permanente recluidas en los circos con innivación y orientación más favorable, propiciando también el desarrollo de glaciares rocosos.

Circo del Río Seco.

INTENSIDAD DEL GLACIARISMO

La fase de glaciarismo de clima más frio y por tanto de mayor intensidad fue la de Mindel (hace 260.000 años); al ser la más extensa, borró prácticamente las huellas de las fases glaciales anteriores. A partir de ella, las fases posteriores han ido disminuyendo progresivamente en magnitud y sus efectos quedan limitados a cotas cada vez más altas, sobreexcavando allí los circos modelados por fases previas. La mayoría de las morfologías que podemos ver ahora en Sierra Nevada corresponden a la glaciación Würm y Younger Dryas. Según las últimas dataciones realizadas por el profesor Antonio Gómez, de la Universidad de Barcelona, el momento de máximo desarrollo de las formas que ahora vemos fue hace unos 25.000 años y las últimas morfologías son de hace unos 7.000 (a excepción de las de la Pequeña Edad del Hielo).
Laguna Hondera y Circo de Siete Lagunas en el valle del Trevélez.

 Principales glaciaciones del Cuaternario.

- Mindel (hace unos 260.000 años).
- Riss (hace unos 140.000 años)
- Würm (aproximadamente hace 20.000 años),
- Otras glaciaciones menores ligadas a episodios fríos muy recientes: Younger Dryas (acontecido hace 10.000 años) y la Pequeña Edad del Hielo (que tuvo lugar entre los siglos XVI y XIX de nuestra era, con un máximo alrededor del año 1700).

Multitud de circos y valles glaciares:

Se reconocen 10 valles glaciares principales en la vertiente norte: los valles del Dílar, Monachil, San Juan, Guarnón, Valdeinfierno, Valdecasillas, Vacares, Vadillo, Maitena y Alhorí, con 35 circos diferenciados en sus respectivas cuencas. El glaciar del Dílar alcanzó la cota más baja reconocida en este sector, en torno a 1.650 metros.

En la vertiente sur se han distinguido 12 valles glaciares principales y 39 circos asociados, situados en las cuencas de los ríos Dúrcal, Lanjarón, río Chico, Poqueira, río Lagunillos y río de Trevélez. En todos estos valles, los circos glaciares se sitúan en las laderas orientadas al este mientras que en las vertientes oeste no hay desarrollo de formas glaciares.


Para poder disfrutar del espectacular paisaje de la huella de los glaciares se recomiendan dos itinerarios:

1. Desde la Hoya de la Mora hasta la Hoya del Portillo en el trayecto que une los Picos Veleta y Mulhacén, por la pista que va desde el Collado de la Carihuela hasta la Laguna de La Caldera.
Circo glaciar del Valdecasillas con las lagunas Larga y Gabata.

2. Desde la Hoya de la Mora hasta el Pico del Caballo, por los Tajos de la Virgen, Elorrieta y Tozal del Cartujo, valles de los ríos Dílar y Lanjarón.
Valle glaciar del río Lanjarón, el más meridional.


PIES DE FOTO:






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