"Entre col y col una lechuga". Últimamente mi blog está casi monopolizado por los artículos dedicados a la divulgación de la biodiversidad y de las 'oportunidades' de Sierra Nevada pero he dejado coyunturalmente de ser un "NiNi" y he tomado partido en las primarias de mi Partido. Y he aprovechado la plataforma del periódico Granada Hoy para exponer públicamente "Mis Motivos" para confiar en Pepe Entrena como la mejor opción para liderar el PSOE de Granada. Me ahorro tener que dar la paliza una a una a mis amistades en el Partido y, sobre todo, fijando mi posición, me ahorro que me la den a mí, cuando adviertan de la inutilidad del esfuerzo.😉
He comprobado que hay muchas personas que comparten mi análisis, mi 'retrato' de Pepe Entrena, muchas de ellas me han dicho que hubieran suscrito el artículo e incluso hay quien lo ha convertido en el argumentario de presentación del candidato. Ojalá Mis Motivos, y otros muchos más, se conviertan en Nuestros Motivos y 'mi' candidato se convierta en 'nuestro' (de tod@s) secretario general el 1-O.
Si te interesan #MisMotivosParaConfiar pincha AQUÍ para acceder a la versión digital o en la imagen siguiente 👇 para la versión impresa.
sábado, 23 de septiembre de 2017
Mis Motivos Para Confiar (En Pepe Entrena)
martes, 19 de septiembre de 2017
'Piratas' de la espesura
Uno de mis primeros artículos divulgativos de Sierra Nevada iba dedicado al águila real aunque me referí a otras rapaces presentes en Sierra Nevada (Reinado de altos vuelos). En esta ocasión el protagonista principal es el azor al que Félix Rodríguez de la Fuente dedicó un capítulo de la serie "El Hombre y la Tierra" aunque he completado el reportaje con algunas referencias a otras rapaces forestales presentes en Sierra Nevada. (Las imágenes del azor corresonde a José Antonio Caravantes y las demás a mi amigo Jorge Garzón). Así ha quedado en la edición digital:
http://www.granadahoy.com/granada/Piratas-espesura_0_1173183124.html
Y así en la versión impresa del periódico:
SIERRA NEVADA, PARAÍSO DE BIODIVERSIDAD
'Piratas' de la espesura
Sierra
Nevada mantiene una población importante de azores asociada
principalmente a las grandes masas forestales de la orla de la media
montaña. Estas rapaces están especialmente adaptadas para la caza
en el interior de los bosques.
El
azor común (Accipiter gentilis) es una rapaz forestal común
en todo el Paleártico, que se presenta puntualmente en tierras
africanas. El naturalista Félix Rodríguez de la Fuente la bautizó
como ‘el pirata de la espesura’ en uno de los capítulos de la
célebre serie televisiva de documentales de naturaleza “El
Hombre y la Tierra”, serie que marcó a varias generaciones de
españoles. Con unos ojos de mirada penetrante, flanqueados por unas
marcas a manera de antifax, posee una extraordinaria habilidad para
la realización de vuelos zigzagueantes entre la espesura de los
árboles.
El
azor es una de las aves rapaces que pasa más desapercibida por sus
costumbres discretas, salvo en primavera cuando emite reclamos y
vuela en zonas abiertas e incluso ‘ciclea’ en el cielo durante el
cortejo nupcial.
A
pesar
de su mediano tamaño, (entre
49
y 56
centímetros y
unos 60 de envergadura)
el
azor es uno de nuestros más reputados cazadores alados.
Los jóvenes presentan tonos claros: rojizo arriba y amarillo con grandes manchas de color pardo oscuro en la zona de abajo. Los adultos poseen una coloración parda ceniza, de tonos grises y negruzcos en la región superior, mientras que las partes inferiores son blanquecinas horizontalmente barradas en oscuro. .
Los jóvenes presentan tonos claros: rojizo arriba y amarillo con grandes manchas de color pardo oscuro en la zona de abajo. Los adultos poseen una coloración parda ceniza, de tonos grises y negruzcos en la región superior, mientras que las partes inferiores son blanquecinas horizontalmente barradas en oscuro. .
El azor común es un ave especializada en la caza en el interior de ecosistemas arbóreos; posee unas alas de extremos redondeados, anchas y cortas, y una larga cola (en proporción a su tamaño), que utiliza como timón. Estas características le permiten una gran movilidad y capacidad de maniobra en los ambientes con mucha vegetación.
Por sus extraordinarias cualidades predadoras y su formidable agresividad, el azor ha sido usado en la práctica de la cetrería. Por esa misma habilidad cazadora ha sido perseguida bajo la ‘acusación’, infundada, de causar graves perjuicios a la actividad cinegética.
FAMILIA DE LAS ÁGUILAS PERO PARECIDAS A HALCONES
El azor forma parte de la familia de las águilas, y está muy especialmente relacionado con su ‘primo’ el gavilán, otra rapaz especialmente dotada para los ambientes forestales. Por su tamaño es bastante similar al busardo ratonero y por su su patrón de colores se asemeja a un halcón. Otra característica que comparte con las águilas es la forma de la cabeza y el pico, así como las garras, que son cortas, romas y muy fuertes, ya que el azor (al igual que las águilas) no mata a sus presas desnucándolas con el pico como hacen los verdaderos halcones, sino que lo hacen con la mera presión de sus garras. Las dos manchas blancas por encima de sus grandes ojos y el iris es amarillo o naranja son las diferencias faciales más evidentes de los azores con los halcones ya que estos carecen de esas marcas y tienen los iris oscuros.
Las aves de Sierra Nevada ocupan el hábitat favorable durante todo el año con un ligero incremento de aves invernantes procedentes de latitudes septentrionales. La naturalización de masas forestales de pináceas que persiguen reducir la densidad de pies, así como la protección efectiva de los bosques de ribera permiten una evolución positiva de la especie. Tras la disminución del conejo como presa principal, ha encontrado en la expansión de la ardilla roja (Sciurus vulgaris) uno de sus principales recursos tróficos, permitiéndole recolonizar antiguos territorios.
Rapaces
forestales presentes en Sierra Nevada
Como
el azor hay otras rapaces adaptadas a vivir y a cazar en entornos más
o menos densos de bosque, con la dificultad que entraña perseguir a
presas entre una maraña de ramas, espinos, troncos…
El
gavilán
(Accipiter
nisus),
es
la
más pequeña de nuestras rapaces forestales, de
menor
tamaño aún
que
el azor y todavía
mas ágil si cabe.
Se
ha especializado en cazar paseriformes
de pequeño tamaño, a los
que captura también por sorpresa, normalmente en pleno vuelo. La
población reproductora local selecciona favorablemente los extensos
robledales y, en menor medida, castañares del Valle del Genil, Río
Alhama y La Alpujarra. aunque puede
encontrarse en
cualquier zona boscosa. Especie
sedentaria que en Sierra Nevada cuenta con poblaciones nutridas. A
las poblaciones locales se le suman durante el invierno efectivos
procedentes del centro y norte de Europa. Construye nidos muy
discretos en árboles de porte medio o pequeño.
Mejor
distribuida y más común que el azor, pero difícilmente detectable,
siendo discreta y silenciosa. Es la rapaz forestal diurna más
frecuente en las masas forestales nevadenses de la provincia
almeriense.
La
aguililla calzada
(Aquila
pennata),
es
la menor de nuestras águilas, aunque una de las más ‘bravas’.
Presenta dos coloraciones: clara y oscura, y tiene las patas
cubiertas de plumas hasta los tarsos, de ahí la denominación de
calzada.
Es una rapaz típicamente forestal, aunque se desplaza a áreas más
abiertas para cazar. Su dieta va desde reptiles y pequeños pájaros,
hasta ardillas y conejos, sobre todo gazapos.
De
carácter migratorio, podemos
disfrutar
de estas hermosas rapaces desde abril hasta finales de septiembre.
Durante
los pasos migratorios la población reproductora se ve reforzada con
el paso de miles de ejemplares que vienen o van hacia el estrecho de
Gibraltar.
El Busardo ratonero (Buteo buteo). Aunque en el resto de la península, sobre todo en la mitad norte, es abundante, en Sierra Nevada la densidad de parejas de ratoneros es más baja que la de otras rapaces aunque es relativamente fácil verlas, y oírlas, en sus territorios de cría por ser un ave que se expone con frecuencia, planeando en cielo abierto. Ocupa zonas de mosaico agrícola salpicado con bosquetes, así como zonas forestales, llegando en la vertiente sur de Sierra Nevada a casi 2.000 m, siendo ésta la máxima altitud continental. La Alpujarra y el Valle de Lecrín, junto a zonas de altitud media del Río Alhama y todo el Marquesado son las preferidas por la especie, volviéndose menos frecuente hacia el valle del Río Nacimiento. Se ha detectado también en el Puerto de la Ragua, que parece actuar como colector de los primeros invernantes procedentes de latitudes septentrionales.
En
Sierra Nevada coinciden, la población sedentaria, aves invernantes
y ejemplares en migración. La población local reproductora efectúa
un descenso altitudinal en invierno, donde fija territorios de caza
hasta la llegada de la primavera en la que recupera los territorios
más montanos.
Culebrera europea (Circaetus gallicus). La mayor de las rapaces forestales reproductoras en Sierra Nevada. Se alimenta fundamentalmente de ofidios (de ahí el nombre común). Al ser nuestro macizo montañoso un lugar elevado y algo frío no hay abundantes poblaciones de culebras y serpientes en las altas cumbres por lo que esta especie se distribuye por altitudes medias y bajas aunque con densidades más bajas que en dehesas y campiñas. Águila grande de tonos claros en partes inferiores, alas largas y redondeadas, que suele observarse en vuelo de caza cercano al suelo. Precisa de árboles de gran porte para situar el nido, aunque suele cazar en zonas despejadas y laderas con matorral.
Alcanza
cotas altas, con parejas reproductoras a casi 1.800 m de altitud en
los valles del Genil y Río Chico de Cáñar, lo que representa el
máximo peninsular. Nidificante regular que pasa el invierno en
África, no llega a ser nunca abundante en Sierra Nevada.
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Sierra Nevada
sábado, 16 de septiembre de 2017
Había una vez... muchos circos
Laguna de Aguas Verdes |
En esta ocasión me han ayudado con las imágenes mis compañeros, Antonio José Ramos, guía del parque y Miguel Ángel Díaz Puga, geólogo que ha repasado los textos.
El titular ha tenido un especial éxito y es que "todos llevamos un niño que le gustaban los payasos de la tele dentro". Adjunto enlace a la edición digital del periódico:
http://www.granadahoy.com/vivir/vez-circos_0_1171083432.html
Así quedó la doble página en la versión impresa:
Reproduzco el texto y las fotos originales.
SIERRA
NEVADA, MONTAÑA DE OPORTUNIDADES
Había
una vez… muchos circos
*
Una de las formaciones más características del modelado glaciar son
los ‘circos’.
*
Se formaron durante las fases climáticas frías del Cuaternario,
hace más de 140.000 años.
Circo glaciar de La Caldera.
|
El
paisaje de las zonas más elevadas de Sierra Nevada se corresponde
con una morfología glaciar modelada por glaciares, masas de hielo
importantes de carácter permanente, durante las fases climáticas
frías del Cuaternario. Las altas cumbres de Sierra Nevada estuvieron
ocupadas por glaciares en los diferentes periodos fríos del
Cuaternario, desde hace, al menos, 140.000 años durante el periodo
denominado Pleistoceno. Constituyeron los glaciares más meridionales
de Europa y su actividad ha perdurado hasta hace unos 7.500 años.
Los
circos glaciares, se corresponden con las áreas más
elevadas, alrededor de los grandes picos, donde se produjeron los
mayores acúmulos de nieve, que se transformaron posteriormente en
hielo desarrollando los circos, (denominados localmente ‘corrales’),
por erosión. En la actualidad, estos circos se muestran como cubetas
muy abiertas y amplias, en forma de cuchara. Los circos se continúan,
pendiente abajo, en los típicos valles con perfil en forma de ‘U’,
por donde discurrieron en su momento las lenguas
glaciales.
Otras
‘huellas’ glaciares.
Otras
formas
erosivas del
modelado glaciar son las
cubetas de
sobreexcavación,
(algunas
sirven
de vaso en la actualidad a lagunas, aunque la mayoría se encuentran
colmatadas de sedimentos),
las
rocas
aborregadas,
(rocas
pulidas con estrías longitudinales que indican la dirección del
desplazamiento del hielo),
y los ‘horns’,
(picos
piramidales que deben su morfología a la intersección de grandes
aristas que separan circos glaciares).
También tenemos los sedimentos
finos depositados en el fondo de los valles por los glaciares
(‘tills’)
y
las
morrenas,
que son acumulaciones de bloques y materiales finos arrastrados por
el glaciar y depositados en forma de colinas alomadas o cordones.
‘Corral’ del Veleta en el valle glaciar del Guarnón. |
ETAPAS
GLACIARES.
Al
igual que ocurre en otras cadenas montañosas, en Sierra Nevada sólo
se preservan las morfologías correspondientes a las grandes
glaciaciones cuaternarias. Dada la
latitud tan meridional de Sierra Nevada, es muy que probable que los
glaciares desapareciesen por completo en los períodos
interglaciales, ya que en tales periodos el clima imperante fue muy
similar o incluso algo más cálido que el actual.
Durante
el Pleistoceno, las condiciones climáticas posibilitaron la
acumulación de nieve suficiente para el desarrollo de glaciares en
Sierra Nevada. Estos glaciares ocuparon zonas deprimidas y valles
originados anteriormente por procesos torrenciales y periglaciares.
Tras la retirada del hielo, estos procesos se reactivaron degradando
o enmascarando la morfología glaciar. Con el estudio de los
depósitos glaciares y la utilización de criterios de interpretación
geomorfológica se ha podido establecer una secuencia evolutiva del
paisaje glaciar de Sierra Nevada que se divide en varias etapas:
*
Una etapa preglaciar,
anterior
a los 140.000 años, dominada por la acción erosiva periglaciar y
fluvial. Los cambios de temperatura disgregan las rocas y los ríos
excavan valles encajados con pendientes elevadas por los que
transportan los materiales erosionados. Sobre ellos se instalarán
posteriormente los sistemas glaciares.
*
Una etapa
glaciar propiamente
dicha, en
la que se desarrollan los
glaciares de valle de tipo alpino. Su duración se extiende entre
unos 140.000 y 7.500 años. Algunos
autores introducen una fase denominada tardiglaciar, (que
correspondería al período entre unos 13.000 y 7.500 años), que
generaría, en sus episodios finales, depósitos en las cabeceras de
los circos -por encima de los 2.550 m. en la vertiente norte y 2.700
m. en la sur-, y formación de pequeños glaciares rocosos.
*
Una
etapa
postglaciar dominada
por procesos periglaciales que disgregan las rocas y por erosión
fluvial que remodela las formas glaciales precedentes.
En
la última
etapa fría, en la conocida
como ‘Pequeña
Edad del Hielo’ (siglos XV al XIX), se formaron masas de hielo
permanente recluidas
en los circos con innivación y orientación más favorable,
propiciando también el desarrollo de glaciares rocosos.
INTENSIDAD
DEL GLACIARISMO
La
fase de glaciarismo de clima más frio y por tanto de mayor
intensidad fue la de Mindel (hace 260.000 años); al ser la más
extensa, borró prácticamente las huellas de las fases glaciales
anteriores. A partir de ella, las fases posteriores han ido
disminuyendo progresivamente en magnitud y sus efectos quedan
limitados a cotas cada vez más altas, sobreexcavando allí los
circos modelados por fases previas. La mayoría de las morfologías
que podemos ver ahora en Sierra Nevada corresponden a la glaciación
Würm y Younger Dryas. Según las últimas dataciones realizadas por
el profesor Antonio Gómez, de la Universidad de Barcelona, el
momento de máximo desarrollo de las formas que ahora vemos fue hace
unos 25.000 años y las últimas morfologías son de hace unos 7.000
(a excepción de las de la Pequeña Edad del Hielo).
Laguna Hondera y Circo de Siete Lagunas en el valle del Trevélez. |
Principales glaciaciones del Cuaternario.
-
Mindel (hace unos 260.000 años).
-
Riss (hace unos 140.000 años)
-
Würm (aproximadamente hace 20.000 años),
-
Otras glaciaciones menores ligadas a episodios fríos muy recientes:
Younger Dryas (acontecido hace 10.000 años) y
la Pequeña Edad
del Hielo
(que tuvo lugar entre los siglos XVI y XIX de nuestra era, con un
máximo alrededor del año 1700).
Multitud
de circos y valles glaciares:
Se
reconocen 10 valles glaciares principales en la vertiente norte:
los valles del Dílar, Monachil, San Juan, Guarnón, Valdeinfierno,
Valdecasillas, Vacares, Vadillo, Maitena y Alhorí, con 35 circos
diferenciados en sus respectivas cuencas. El glaciar del Dílar
alcanzó la cota más baja reconocida en este sector, en torno a
1.650 metros.
En
la vertiente sur se han distinguido 12 valles glaciares
principales y 39 circos asociados, situados en las cuencas de los
ríos Dúrcal, Lanjarón, río Chico, Poqueira, río Lagunillos y río
de Trevélez. En todos estos valles, los circos glaciares se sitúan
en las laderas orientadas al este mientras que en las vertientes
oeste no hay desarrollo de formas glaciares.
Para
poder disfrutar del espectacular paisaje de la huella de los
glaciares se recomiendan dos itinerarios:
1.
Desde la Hoya de la Mora hasta la Hoya del Portillo en el trayecto
que une los Picos Veleta y Mulhacén, por la pista que va desde el
Collado de la Carihuela hasta la Laguna de La Caldera.
Circo glaciar del Valdecasillas con las lagunas Larga y Gabata. |
2.
Desde la Hoya de la Mora hasta el Pico del Caballo, por los Tajos de
la Virgen, Elorrieta y Tozal del Cartujo, valles de los ríos Dílar
y Lanjarón.
Valle glaciar del río Lanjarón, el más meridional. |
PIES
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