jueves, 14 de febrero de 2013

Si encuentras un tesoro... deja de cavar.

En los complementos del diseño de este blog personal hay uno colocado en lugar preferente con el título de esta entrada: "Si encuentras un tesoro... deja de cavar" y una imagen tomada en Disneyland Hong-Kong hace unos años. 

Cuatro tesoros: xi bai
En la imagen que ilustra este dicho estoy con mis hijos Ángeles e Ignacio. De ese viaje tengo, sobre todo en ese peculiar AsiaDisney, un álbum inmenso como podéis imaginar con miles de instantáneas que podían haber recogido las imágenes de mis hijos, conmigo, a solas, con esa sonrisa y alegría, con cara de diversión (de ellos y mía), que quería reflejar para que ilustrara bien a las claras el pensamiento que quería que acompañara: "Si encuentras un tesoro... deja de cavar". Imágenes de un lugar inolvidable, de unos momentos de los que marcan toda la vida. Pero escogí precisamente esa porque allí estábamos los cuatro.

Sí y mi mujer todavía no se ha dado cuenta, y a veces se ha "quejado" de que ella no aparece. Allí, en el viaje, en ese restaurante temático estábamos los cuatro, porque MA era la que hacía la foto (faltaban los otros dos tesoros más grandes, para estar toda mi familia), y en la fotografía también estamos los cuatro: yo soy la bestia y ella es la bella que poco a poco ha ido dominando y domando al bestia. 

Gracias MA por ser tan bella, por dentro y por fuera.