jueves, 24 de noviembre de 2011

Post 20-11 (primero)


El resultado de las elecciones generales del pasado 20 del 11, del 2011, (al final TVE se pasó a mi manera de denominarlo para evitar 20N y puso 20.11 en el especial del día D), ni es el fin del mundo, aunque suponga un fuerte varapalo para el PSOE, ni es el principio de la Historia, por mucho que todas las derechas reunidas tengan esa tendencia al adanismo, a pensar que van a hacer borrón y cuenta nueva.
 
Rajoy va a llegar al gobierno con pocos compromisos concretos por lo que va a ser difícil exigirle que cumpla sus promesas electorales, vagas y ambiguas, y, me temo, que va a basar buena parte de su discurso justificante de sus acciones en la pesada herencia recibida. Ya en los últimos días de campaña, cuando ya se veían o sabían que iban a gozar de una amplia mayoría, empezó a cambiar su discurso reconociendo el margen escaso de maniobra que tienen los gobiernos en la situación actual y el recorrido, largo, que tiene la salida de la crisis y colocó, directamente o por intermediación de algún/a colaborador próximo, algunos mensajes pidiendo:

  1. colaboración a todas las fuerzas políticas, a toda la sociedad,
  2. comprensión de las difíciles medidas que había que tomar y
  3. paciencia para esperar resultados.
Ante lo primero hay que tener una gran valentía y osadía rayando la cara dura después de la estrategia oposición irresponsable practicada por el PP durante la pasada legislatura en la que estaban más pendientes de derrotar al gobierno que de ganarle la  batalla a la crisis pero lo curioso es que a nadie le ha sorprendido.
Ante lo segundo, después de haber acusado a Zapatero de haber realizado grandes recortes sociales y de prometer que él no iba a hacerlos, es una manera de poner la venda antes de la herida e ir preparando a los acólitos para que vayan allanando el camino. Como he dicho, al principio, les valdrá con acusar a lo mal que se han encontrado la situación, “peor de lo que esperaban” y dirán que había que haber tomado medidas antes para que ahora no fueran tan duras. Lo estoy viendo y oyendo.

Lo de la paciencia para esperar que las medidas tengan resultados visibles tiene un poco de guasa cuando hemos escuchado hasta la saciedad que bastaba con cambiar el gobierno y poner gente competente, sin improvisación, al frente. Ahora escucharemos repetidamente que el problema no es sólo de España, que no sólo es cuestión del gobierno la solución,  (coño, no era ZP el culpable) y que hay que estudiar bien las medidas. Yo diría que han tenido tiempo para pensarlas, para tenerlas preparadas.

Ya se que todavía no se ha constituido el Congreso de los Diputados y que Rajoy no ha sido investido presidente pero echo de menos que con esa confianza tan mayoritaria que ha obtenido no sea capaz de salir dando un mensaje de confianza a la mayoría de la población, empezando por los mercados, para compensar al menos esa imagen catastrofista que se ha encargado de alimentar durante tanto tiempo.

Porque, en contra de lo que publicaban casi todos los medios de comunicación, lo dicho por Mariano Rajoy la noche de las elecciones fue auténticamente desazonador. Primero por la forma de ese pretendido discurso solemne, leído para variar, en el interior de la sede del PP. Para dar un pésame el presidente del gobierno in pectore es único, un tío serio y formal, pero para generar ilusión y confianza es un negado. En cuanto a contenido, todavía peor porque el mensaje fue pobre, vacío. Decir que "hay que ganarle la batalla al paro y a la crisis" y cosas como que "hay que recuperar el orgullo de ser españoles" (yo no lo he perdido nunca pero me suena como aquellos equipos de fútbol que lanzaban el grito de guerra “hay que ganar por cojones”, para compensar otras cualidades técnicas y tácticas). “Sé muy bien lo que nos toca” y “haré lo que humanamente se pueda hacer” fueron dos de las frases lapidarias de la noche electoral que se me han quedado grabadas por su profundidad y hondo contenido,  y hale, todos los fanáticos a reírle y aplaudirle las ocurrencias.

Pero si vacuo fue el discurso en la comparecencia oficial, lo visto y lo oído en su salida al balcón de la calle Génova ya fue para irse a acostarse y enjugar las lágrimas en la almohada por lo que nos espera. Las palabras de Rajoy ante sus hooligans confirman por qué Rajoy lee en sus intervenciones ya que cuando no lee todavía es más decepcionante. Lo malo de la noche electoral es que las bases del PP con la euforia de la victoria expusieron con menos cortapisas y contención que nunca su verdadero pensamiento y los gritos de “España unida jamás será vencida”, “Rajoy quita el aborto” y otras frases coreadas que muestran a las claras que han entendido la victoria como una revancha y que dejan sin ningún crédito la llamada de su líder al abandono de la confrontación ideológica y la pretendida imagen de estadista no partidario de Rajoy, sin ningún valor ni credibilidad.

Por otro lado, por lo visto y escuchado la noche del domingo,  la clac del PP tiene unos gustos musicales pésimos, una creatividad para las frases coreadas bastante exigua y parece más bien una peña de ultras de fútbol, o un club de fans de un grupo ñoño, que la militancia de un Partido Político llamado a desempeñar un papel crucial en este momento histórico. Lo bueno por tanto de la noche electoral es que a pesar de todo, Rajoy es lo menos malo del PP.

domingo, 13 de noviembre de 2011

A votar, Por lo que más quieras



Rubalcaba en Granada (Fernando Rodríguez, abajo)
Parece haberse instalado un estado de opinión en el que la campaña electoral, que se supone que es un tiempo para al debate, para la confrontación de programas e ideas, para la toma de posición política… se convierta en un trámite que algunos quieren, porque les interesa, que acabe rápido. Casi molesta que se hable de Política, ahora que es el tiempo que especialmente debiera dedicarse a hablar de política.

Es lógico: la derecha, las derechas, han estado haciendo política durante estos últimos años más para desalojar al gobierno actual que para sacar a España de la crisis. Y ahora quieren recoger el fruto de ese desgaste.

El PP y sus poderosos aliados mediáticos y fácticos (he aquí uno de los errores de los gobiernos socialistas, haber convivido, haberse instalado en el status quo, sin combatir a dichos poderes), lo han planteado de manera clara. Se crea un ambiente favorable al cambio (sin concretar hacia dónde ni cómo) y se invita a la gente a Sumarse a la “fiesta” del Cambio. Hábil estrategia cuando se cuenta con un electorado fidelísimo en los últimos 20 años, suficiente, con el actual sistema electoral, para obtener mayorías parlamentarias holgadas aunque socialmente no sean tan importantes.

La imagen de Rajoy y el fondo azul, todo parece angelical
Con la campaña 0.0, campaña ligth, fría o como queramos denominarla, que está haciendo Rajoy es suficiente para que los suyos, suyos, los que llevan dos legislaturas con la miel en los labios, puedan dedicarse a sacar pecho por las calles, autobuses y bares sólo metiéndose con Zapatero, con los 5 millones de parados y cuatro latiguillos más recitados a coro (todavía no me ha resistido ninguno un debate serio sobre economía o política exterior y eso que yo en estos temas, como los expertos en la materia, no sé mucho; ni hablar si la discusión se produce sobre temas ambientales en los que me puedo defender un poco mejor, con más conocimiento de causas que se dice, entonces ya se ponen más nerviosos y empiezan los insultos, las acusaciones gratuitas y remontarse a los Gal, al hermano de Alfonso Guerra o a las iglesias que quemaban los rojos).

Hay que reconocer que la estrategia está teniendo éxito porque aparte de consolidar sus votos, tiene un efecto sobre el porcentaje, todavía amplio y que podría ser decisivo (en torno al 35%), de indecisos. Una parte de ellos, los que se apuntan a caballo ganador, desideologizados, podrían decantarse en las últimas horas hacia el PP, a pesar de Rajoy. Otra parte de los indecisos, más comprometidos ideológicamente, más críticos, podrían deslizarse hacia otras fuerzas políticas minoritarias (cuentan con la complicidad de todos los que piensan que es lo mismo PP/PSOE) o directamente lo que se pretende es minar la moral (ya bastante tocada) de los otrora votantes socialistas que ahora se resisten a respaldar a Rubalcaba aunque no quieran contribuir a que gane el PP ni mucho menos a que lo haga con una mayoría absoluta.

El PSOE sigue con el rojo de la pasión
Esta estrategia viene de largo: se va generando una situación insostenible que se intentó en la anterior legislatura con el tema del terrorismo y el España se rompe, pero la cosa, aunque hizo daño, no llegó a su objetivo final. En estos últimos años al Partido Popular le ha preocupado más los votos que los parados, y han vuelto a practicar el “contri peor mejor” y han proclamado el “España se hunde”, deteriorando la imagen y la confianza de propios y extraños que es lo único que faltaba para que la crisis económica y financiera mundial, a la que se unen nuestros males endémicos derivados de la estructura de nuestro modelo económico.

Así, todas las encuestas publicadas a una semana de la cita con las urnas dan una mayoría importante de personas dispuestas a acudir al guateque del 20N aunque no les guste el anfitrión, ni sepan que música se va a bailar, la bebida o comida que se servirá. Ha ocurrido igual en Inglaterra o en Portugal en la que gobiernos de izquierdas cayeron y no parece que las cosas hayan mejorado mucho aunque sí se advierten quienes son los paganos de las medidas de “ajuste”, eufemismo de los recortes sociales.

No contentos con ganar las elecciones, la derecha se propone liquidar al PSOE; se oye por los mentideros de la derecha extrema, que después de éstas “a por la Junta” y luego a hacer que el PSOE se convierta en una fuerza política marginal, vayamos a que haya una oposición seria al asalto al Estado del Bienestar que planean con la coartada de la crisis. Claro, dentro de poco, de cumplirse los pronósticos, no van a tener a quien echarle la culpa de su incompetencia y de su afán por convertir en negocio todo lo que pueda dar dinero (la salud, la educación, nuestro patrimonio natural o cultural). Entonces funcionará “la culpa es de la herencia recibida”.
Rajoy se ha crecido con las encuestas

Yo, que he sido y soy crítico con muchas de las actuaciones del PSOE en estos últimos años, y que he sido un damnificado de algunas de las malas prácticas de algunos socialistas, votaré al PSOE, votaré a Rubalcaba y sigo pensando que Zapatero será recordado con mayor perspectiva, dentro de unos años, como un buen presidente tanto por los avances en derechos sociales y libertades como por la manera en la que afrontó la gestión económica durante la crisis (a pesar de los errores cometidos tanto en algunas de las medidas realizadas como en la forma de comunicarlas que yo mismo he criticado en mi blog).

Y como tengo memoria (de la historia reciente y memoria histórica) si el PP propone como solución, como recetas para salir de la crisis, la vuelta atrás, su experiencia de cuando Aznar y los suyos, pues me temo que como dice la Ley de Murphy cualquier cosa susceptible de empeorar irá a peor.

Conclusión.

Hay que ir a votar por los que no han podido hacerlo durante tantos años, por los que no lo pueden hacer en sus países, porque todos los votos cuentan, todos son importantes, todos son iguales y valen lo mismo (aunque no “pesen” electoralmente igual).

A los que de buena fe hayan decidido ya que van a votar a Rajoy, al Partido Popular y que creen que Mariano Rajoy será un buen presidente del gobierno, los respeto de manera sincera. Ojalá no queden pronto defraudados ellos y todos los demás.
A los que ya han decidido votar a Rubalcaba, al PSOE, por convicción, por afinidad ideológica, porque son socialistas a pesar de los pesares, les felicito y les doy las gracias por su valentía y su compromiso y les animo a que participen más activamente durante estos días en la campaña, mostrando con orgullo su voto y sus ideas y les impelo a que el día 21N sigan participando en la Política porque cuando ésta desaparece o queda relegada por los mercados sólo los que tienen poder pueden participar en las decisiones que nos atañen a todos.


A los que están indecisos sobre si ir a votar y a quién, les pediría, en primer lugar, que ejerzan su derecho, y en estas condiciones, su deber de participar en estas elecciones tan importantes. Que hagan el esfuerzo de escuchar los mensajes de los diferentes partidos, que lean sus programas, que comparen sus propuestas y que vean quienes son más próximos.

Pueden incluso hacer el siguiente ejercicio para ver su afinidad ideológica con los principales partidos y sus propuestas para estas elecciones, aunque pienso que esta aplicación realizada por un grupo de prensa está trucada y sirve para concentrar el voto de la derecha y dividir el voto de la izquierda con la selección de ítems realizada y las conclusiones a las que llega.

Que voten aunque sea en blanco o escriban en su voto un mensaje a los dirigentes políticos aunque ello convierta en nula la papeleta.

Pero les pediría que antes hicieran la reflexión de que su voto o su abstención no pueden (ni deben) dar más legitimidad, más fuerza, a los que más lejos están de su modelo de sociedad, de su manera de ver y entender la vida. Les pediría, que no vayan a caer en la tentación de “escupir hacia arriba”.

Y finalmente les pediría, que dada la legislación electoral actual que requiere una profunda revisión, que midan su voto entre las opciones que en su circunscripción provincial tienen expectativas de obtener escaños y no crean en los cantos de sirena, alimentados por el PP, de opciones minoritarias que fraccionan el voto de progreso y convierten en más abultada la representación de la asociación de todas las derechas.

Para el que no esté muy puesto en estas cosas le recomiendo consultar en la siguiente dirección en la que explica claramente ¿cómo está el partido? Cuáles son los puntos calientes y la distribución de los diputados por provincias y comunidades autónomas.

En todo caso, hasta el rabo todo es toro y seguiré Peleando por lo que quiero e intentando ganarle la batalla a las encuestas convencido de que se pueden ganar las elecciones y en todo caso que se pueden perder pero se puede ganar el futuro. (Ya me explicaré lo que quiero decir con esto porque merece otra entrada).

domingo, 6 de noviembre de 2011

Rajoy va preparando su Equipo de Ministros

Hace poco, Federico Mayor Zaragoza, al que admiro desde hace muchos años y ahora sigo más de cerca desde que es el presidente del Consejo de Participación del Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada, lanzaba desde su blog personal, “La Fuerza de la Palabra”, un reto, exigía a los que solicitan el voto en los próximos comicios, ¡MOSTRAD CÓMO! demandando claridad, transparencia y valentía, a los dirigentes políticos, a la hora de exponer sus propuestas para salir de la crisis.

Más cerca, hace unos días, un emprendedor granadino, (rara avis entre su colectivo), tuitero activo, desde su blog “Diario de un Comercial”, pedía a los líderes de los partidos políticos, Muéstrame tu equipo e igual te voto, que hicieran públicos sus libros azules o rojos, como muestra de que confían en la ciudadanía, si quieren que confiemos en ellos.

Estoy de acuerdo con ellos. Sobre la primera exigencia ya podemos comparar las propuestas de los grandes contendientes en estas elecciones generales aunque hay grandes incógnitas sobre lo que propone Rajoy y su ProgramaSIN. Las encuestas publicadas al

inicio de la campaña electoral, claramente favorables a la victoria holgada de la derecha, no parecen obligar al PP a mostrar sus cartas con lo que no va a variar su estrategia de Campaña 0.0, a la que sólo le falta salvar el único (pseudo) debate programado con Rubalcaba “para irse a la esquina del córner a entretener el balón” hasta el final de la campaña.

Sobre la petición de hacer público el equipo de ministros que acompañaría a los candidatos, en el caso de que consiguieran la mayoría electoral, lamento decir que tampoco se va a desvelar gran cosa. Quizás

porque ni lo sepan, tal vez porque consideren que son bazas que no les dan nada y por el contrario les pudiera restar.

En el equipo de Rubalcaba se sabe que jugarían de titulares personas que están teniendo el máximo protagonismo en la campaña, algunos con experiencia de gobierno como Caldera y Narbona y que habrá un equilibrio entre caras viejas y caras nuevas. Podríamos decir que sería un gobierno un poco más a la izquierda del actual. Y con gran probabilidad habría un ministro granadino sentado en el gabinete, dados los guiños que ha hecho a la dirección provincial en la precampaña y que hasta el póster oficial con la foto del candidato está hecha en Granada.

En el equipo de Rajoy, virtual ganador, serán los que nos tememos, no habrá muchas sorpresas y el propio Mariano insinuó ayer que entre su equipo habrá gente de la candidatura de Madrid. Sería un gobierno de "unidad nacional", de "concentración" de todas las derechas.

Adelanto aquí una información que me ha llegado de fuentes, generalmente mal informadas pero muy del entorno de la derecha extrema, sobre algunas de las personas que Rajoy quiere tener muy cerca si llega a ser presidente del gobierno, en agradecimiento a la difusión de los valores y de las ideas del Partido Popular durante muchos años.

(Consultado el entorno de la calle Génova ni han confirmado ni han desmentido el rumor pero han coincidido en que son representantes genuinos de la derecha de verdad, “de los buenos” según la terminología usada por el expresidente JoseMari).

Son los siguientes:

Mauricio Colmenero que podría optar a la cartera de Cultura y Deportes, aunque también ha sonado para un departamento relacionado con los temas de Inmigración.

Antonio Recio se vislumbra como el responsable de Agricultura y Pesca. Algunos medios de la derecha mediática lo han considerado como la persona ideal para una Secretaría de Comercio, al por mayor y al por menor.

Para portavoz del gobierno, cargo de enorme responsabilidad dadas las limitaciones de Rajoy para explicarse, incluso para entender sus propias notas y conocida la animadversión al trabajo y la pereza del líder (con permiso de Aznar) acarismático

del PP, suena con fuerza José Antonio Primo de Canales y Rivera que ya tiene una gran experiencia en debates como los de los matrimonios entre homosexuales, la crisis del ladrillo o el medio ambiente.

El resto de ministerios serán ocupados por Gallardón, Mato, Soraya y otros y otras de su equipo más próximo en Madrid, que será completado con algún fichaje para asegurar el equilibrio territorial y familiar de la derecha española.

No se prevé que el PP granadino coloque a nadie en la primera (ni en la segunda) fila del gobierno en el caso de la victoria de Rajoy. Los granadinos seguiremos pintando menos que follatabiques que diría un amigo mío.

martes, 1 de noviembre de 2011

Rajoy: Programa SIN


Circula un runrún por los mentideros políticos en torno a esa curiosidad de que las encuestas otorguen una mayoría holgada al Partido Popular y concedan una baja valoración del que sería entonces el próximo presidente del gobierno. La escasa confianza que inspira Mariano Rajoy (incluso entre buena parte de los suyos) ha venido reforzada con la presentación del (esperado) programa del Partido Popular que se ha producido durante el puente de “Todos los Santos”, la víspera de Halloween (lagarto, lagarto), (que ha hecho que en twitter el chiste del truco o trato se haya convertido en TT), en un acto en el que, además, el candidato no ha permitido preguntas.

El propio Rajoy para ir rebajando las expectativas ha declarado que era "un programa sin titulares", supongo para ir enfriando los ánimos de quienes esperaban ansiosamente, por fin, ver aparecer las grandes ideas y propuestas del Partido Popular "para sacarnos de este pozo hondo donde nos ha metido Zapatero". Mariano se ha apresurado a decir en estas últimas comparecencias que no tiene recetas mágicas y se ha quejado de las improvisaciones del gobierno actual (en esto tiene algo de razón) pero no parece que él tenga muy claro el camino cuando deja “para ver lo que encuentra” buena parte de su plan de choque (encontronazo más bien me temo yo que pudiera ser). O alomojó si lo sabe pero no lo cuenta.

A mí lo que más me fastidia es oir eso de que “España necesita sumar y no dividir”, en referencia al eslogan del PSOE “Pelea por lo que quieres”. Me toca los cojones que ahora pida diálogo y que rememos todos a una para sacar el país adelante cuando el PP ha estado más estos años en sacar a ZP de la Moncloa que en sacar a España de la crisis.

Por lo demás, si el propio Rajoy muestra como principal aval de su programa la acción de Gobierno del PP en los años 90, cuando llevó a España “de la cola del paro al liderazgo de Europa”, pues ya nos podemos ir a dormir tranquilos y que se acabe la campaña electoral porque aviados vamos. Si la derecha piensa que la salida a la crisis está mirando para atrás, para el siglo pasado literalmente, el señor nos pille confesados a pesar de que Rajoy haga una política económica “como Dios manda”.

Por otra parte ya que el programa electoral del PP peca de ambigüedad e inconcreción y está lleno de promoveremos, impulsaremos y potenciaremos que todo el mundo podría suscribir, yo me he fijado, obviamente, en los asuntos ambientales que son los que más me interesan y de los que más puedo opinar ya que de economía, visto lo poco que saben y a donde nos han llevado los expertos, no quiero ni entrar aunque a mí lo único que me ha quedado claro es que pretenden bajar los impuestos a los ricos y el salario a los trabajadores.

En la parte que podríamos llamar de medio ambiente del programa del PP se comprueba el nulo compromiso del PP con las políticas ambientales. Propuestas vagas, algunas caducas, considerando al medio ambiente como una política sectorial y una ausencia del concepto de sostenibilidad (al menos que lo nombren aunque no se lo crean). Y como todos sabemos, aunque no lo pongan muy claro, su apuesta por la energía nuclear y por los trasvases. Y luego una referencia al apoyo a la caza que supongo es un guiñó a la Federación de Cazadores y a sus últimos movimientos para, entre otras cosas, que se pueda cazar en los parques nacionales”.




Y si en economía el PP quiere remontarse al "exito" de la era Aznar, en temas de derechos y libertades la derecha avanza, hacia atrás, todavía más, volviendo a la etapa preconstitucional en asuntos como el aborto, el matrimonio entre homosexuales o la igualdad entre hombres y mujeres.

De todas formas más que en fijarnos en los programas electorales del PSOE y del PP, (principales elementos en la contienda aunque con mi respeto siempre para otras fuerzas minoritarias), el papel lo resiste casi todo, que podemos comparar aquí aconsejo que pongamos el ojo en lo que están haciendo los gobiernos de las distintas comunidades autónomas y comparar por ejemplo las políticas sobre educación, sanidad y dependencia que se hacen en Andalucía y Madrid.

En definitiva, que el PP que promueve una estartegia de campaña 0.0, una campaña ligth, (como ya comenté en otra entrada), ahora ha presentado un programa SIN, un programa sin titulares, sin compromisos, sin propuestas e ideas claras y que además ha sido presentado en una rueda de prensa sin preguntas.

Rajoy perdió unas elecciones en las que partía en franca ventaja, sobre todo si según ellos habían hecho una gestión magnífica, porque su partido no reconoció la verdad y quiso mantener una mentira durante unos cuantos días para ganar votos. Durante cuatro años no reconoció la derrota y perdió las segundas elecciones por decir la verdad y asustar a millones de personas. En esta tercera ocasión la estrategia es callar la verdad, ocultarla.