domingo, 3 de enero de 2010

Queridos Reyes Magos...


La mayoría de las personas que han lanzado esos mensajes han vivido durante el año pasado mucho mejor que la mayoría del Planeta, se lo han pasado aparentemente muy bien, (han hecho lo que han querido), durantes las fiestas, han consumido mucho, y han derrochado agua y energía. Con la basura que ha salido de sus casas, de nuestras casas, mucha gente, en otros muchos lugares del mundo, viviría mucho mejor.

He tenido la oportunidad de viajar a muchos países y de conocer a personas que se partirían de risa si oyeran hablar de crisis a los que gastan en tabaco al mes un equivalente a su presupuesto familiar y están todo el día lamentándose de lo insoportable y dura que se ha puesto la vida. Para esta gente es difícil comprender que algunas de las principales enfermedades que sufre nuestra sociedad se deben a una excesiva y mala alimentación y al abuso de drogas “legales”. Lo que no es gracioso es que haya muchas personas, demasiadas personas, también aquí en nuestro país, que sí están sufriendo graves dificultades económicas en estos momentos y que sus expectativas no se cifran en cuanto van a ver disminuida su capacidad de consumo o cuánto menos van a ganar sino que lo que se están jugando es su propia supervivencia.

Por eso, yo realmente le pido a los Reyes Magos (yo si creo en ellos) que este nuevo año sea como el pasado porque me considero una persona afortunada. De la tríada, salud, dinero y amor, a la que he jugado a la Lotería, me han tocado dos de tres, la combinación más importante y necesaria.

Como en anteriores ocasiones canto con Melendi: Este año le pido al cielo, la salud del anterior; no necesito dinero, voy sobrado en el amor. Voy caminando por la vida, sin pausa pero sin prisa, procurando no hacer ruido, vestido con una sonrisa, sin complejos ni temores...

Porque es mentira que hayamos tocado fondo, no estamos en lo hondo del pozo y algunos deberían llegar más abajo para saber cuánto sufren otros.Y el resto de mis peticiones a los Reyes Magos, es para que hayamos tocado fondo en la verdadera crisis que vivimos, la crisis de valores, y la sociedad empiece a rearmarse en el plano ético. Por ello, me parece muy egoísta pedir para mí y reclamo a Melchor, Gaspar y Baltasar que abdiquen del consumismo y de la tiranía de unos padres que quieren comprar a unos hijos con dinero en lugar de ganarlos con tiempo, con juegos. Si verdaderamente existen y son magos deben rebelarse y hacer felices a los niños ricos con mucho menos y a los niños pobres con un poco más.

Nota: este año el premio para la mejor felicitación navideña es para mi amigo Mayoyo el de Agua va y aquí la dejo para que disfrutéis todos y todas los que lleguéis hasta aquí.


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