viernes, 24 de abril de 2009

Cambio de gobierno en Andalucía ¿Todo sigue igual?

Tengo “buenas sensaciones”, como dicen los futboleros, sobre el cambio de gobierno en Andalucía. Ya apunté hace un año que aunque las elecciones habían dejado el mismo escenario político, en apariencia, nada sería igual porque obligaba a los partidos mayoritarios a hacer cambios estratégicos.

El PSOE hizo un cambio importante en su agenda política que ha sido enormemente condicionado luego por la gravedad de la crisis económica. Ahora Zapatero ha hecho un nuevo e importante cambio (de ritmo le llaman) con la remodelación del Gobierno de la Nación. En Andalucía el cambio realizado en estas semanas con la salida de Manuel Chaves a una vicepresidencia del Gobierno y su relevo al frente de la presidencia de la Junta de Andalucía por JAGriñán, si no revolucionario, sí podemos afirmar ya, que será suficientemente evolucionario, (vamos que de continuismo nada). Incluso los cambios en el gobierno andaluz serán de mayor trascendencia que los que la simple aritmética es capaz de señalar en estos momentos.

A mí me ha gustado el presidente Griñán en sus primeros discursos. Lo he visto muy solvente en los temas económicos (tan importantes en los próximos años) pero también muy bien plantado en temas sociales como la educación o la salud. Y sobre todo me ha gustado su compromiso con la reforma de la administración autonómica y su empeño en la descentralización política y administrativa de la Junta de Andalucía. En más de una ocasión me he referido a la necesidad de vertebrar nuestra Comunidad Autónoma en este aspecto que es tan importante como en las infraestructuras de comunicaciones o en los equipamientos sanitarios o educativos.

En el lado del PP, Rajoy intenta también aplicarse el cuento de la renovación pero el lastre de Aznar y las hipotecas que todavía mantiene “vivas” (en el caso del avión Yakolev no valdría esta metáfora), no se lo permiten. Aunque ha superado algunas de las etapas difíciles que tiene hasta llegar a ser, de nuevo, el candidato del 2012, (con buena asignatura en Galicia y con una regular en el País Vasco pero que las circunstancias políticas le han permitido hacer valer como buena), todavía tiene mucha montaña que ascender y alguna que otra etapa contrarreloj difícil para tener el número 1 de su equipo y salir en los carteles de las próximas generales.

Donde no hay cambios es en el PP de Andalucía. Aunque Arenas crea vivir “su momento”, los otros cambios y sobre todo el de la presidencia de la Junta le han pillado con el paso cambiado y ahora lo que aparece como viejo, caduco, lo que hay que renovar, es al propio Javier Arenas. En la propia web del PP andaluz están todavía con las promesas incumplidas de Chaves y con los años que lleva Chaves gobernando.

Mientras replantean su estrategia, escucho la propaganda del PP andaluz en la que acusan a Chaves de irse y a Griñán de ser lo mismo que Chaves y me da un poco de risa/vergüenza. Escucho a Arenas, y lo veo en una enorme pancarta que hay frente a mi casa, diciendo que mi compromiso es Andalucía. Pero no es así la historia. Arenas se fue de Andalucía (ascendido por su partido pero caído por los andaluces), después de perder las elecciones en Andalucía). Arenas regresó a Andalucía no por compromiso sino por cojones porque los andaluces y los españoles lo dijeron y lo quisieron con sus votos y Arenas se queda ahora aquí, no por compromiso sino porque no tiene donde ir. Si juega a seguir confundiendo la palabra compromiso, los andaluces pueden volver a decidir su futuro y su lugar. Por mí, por los socialistas, que se quede Arenas y que Aznar siga en escena. Me ahorra muchas explicaciones. Que el Señor les dé salud y los guarde muchos años.

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