miércoles, 13 de febrero de 2008

Rajoy tiene otro primo

Naranja + Verde = Marrón

El Partido Popular va camino de convertir la campaña en una subasta de ofertas electorales. Primero descalifica las propuestas socialistas y las acusa de electoralistas (¿cómo tienen que ser las propuestas en las campañas electorales?) para a continuación superarlas, exagerarlas. Parece como si quisieran trasladar a una parte del electorado la idea de que los programas electorales no valen (algunos candidatos peperos han dicho que las promesas están para incumplirlas) y que todos los políticos son iguales.
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Rajoy intenta en esta fase de la precampaña, con relativo éxito, aventurarse en el terreno de las propuestas sociales lanzando medidas que suponen lo contrario de lo que han dicho y hecho durante los últimos años. No me canso de repetir que no están locos. No se les escapan. Lo tienen medido. En su electorado no tienen fugas a pesar de lo que digan y su objetivo es hacer mella en los indecisos del contrario. Sólo les hace falta cinismo y desvergüenza y van sobrados en estas “cualidades”.

Un ejemplo lo tenemos en los temas mal llamados verdes (deberían denominarse arco iris como en otros países) y mal llamados medioambientales (lo de medio- sobra). La propuesta de Rajoy de plantar 500 millones de árboles es sintomático de lo que quiero expresar. Primero, se pretende dejar la propuesta de Zapatero pequeña (que había lanzado la idea simbólica, supongo, de plantar 45 millones de árboles, uno por persona); segundo, hacer olvidar al primo experto de Rajoy y su acusación de que los que planteábamos la necesidad y urgencia de la lucha contra el cambio climático éramos unos catastrofistas. Quizás tiene otro primo dedicado a las papeleras que le ha aconsejado que en este tema puede haber un negocio importante.

Más que el número de árboles había que saber, qué especies, en qué sitio, bajo qué política forestal… porque si no corremos el riesgo de cometer un grave error cómo el que ocurrió en el siglo pasado. El Partido Popular se ha caracterizado por su desprecio a los espacios naturales protegidos (que le pregunten a los murcianos sin ir más lejos), su defensa del incremento de centrales nucleares (Manuel Pizarro es un claro exponente del lobby pro-nucleares que quieren esconderse en la lucha contra el cambio climático y en los compromisos de Kioto para justificar la cancelación de la moratoria impuesta por los gobiernos socialistas), por políticas del agua y del suelo ferozmente liberales.

Cuando el anaranjado color corporativo del Partido Popular se mezcla con el verde ambiental, sale el marrón, el que puede caernos si no somos capaces de movilizar al electorado progresista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el PP no tiene problema co los temas ambientales. Como dice el arcarde de Graná, con lo del timoférico, se adaptan las leyes a los proyectos y ya está.

Mariano el montañero.

Mayoyo dijo...

El marrón es el color de Rajoy. En Arkimia, un blog que suelo leer lo explican asi: "Napoleón Bonaparte durante sus batallas siempre usaba una camisa de color rojo. Para él era importante, porque si era herido, con su camisa roja no se notaría su sangre y sus soldados no se preocuparían y no dejarían de luchar. Toda una prueba de honor y valor. Doscientos años mas tarde, Mariano Rajoy utiliza siempre un pantalón de color marrón."
Lo ve.