miércoles, 26 de diciembre de 2007

Zapatero no estámos sólos... contra el cambio climático

En los últimos días los defensores de la lucha contra el cambio climático, o mejor dicho, los que hacemos apología del desarrollo sostenible, hemos recibido dos aliados importantísimos que provienen de las más altas esferas.

Sin entrar en la valoración sobre la oportunidad, sinceridad y coherencia de su mensaje, por ahora, hay que reconocer que la actitud del gobernador de California, (el de Rambo, Rocky...) enfrentándose a Bush y acusándole de no estar haciendo lo necesario en este tema del cambio climático, supone un revés para el presidente de EEUU y para las expectativas de la opción republicana en estos momentos preelectorales en el país más que más CO2 emite a la atmósfera. Y para la caUSA una voz de fuerte tirón mediático.

El segundo apoyo explícito en esta cruzada viene de más alto todavía porque llega directamente del cielo, (en donde ya habrán notado también los efectos del recalentamiento del planeta), que ha mandado un mensaje a través de su cabeza visible aquí abajo, el Papa Benedicto XVI. La pasada noche el Papa aprovechó la tradicional Misa del Gallo para cargar contra la acción descontrolada del hombre, "que provoca la paulatina degradación del medio ambiente que muestran las primeras evidencias del cambio climático". En la basílica de San Pedro, Benedicto XVI lamentó el estado en el que se encuentra el planeta, "debido -ha dicho- al abuso de las fuentes de energía y de su explotación egoísta y sin ningún reparo".

Ya podemos respirar tranquilos porque no estamos dejados de la mano de Dios o cantar con los Cero (noventa y uno), "aunque nunca lo haya dicho siempre lo he pensado, sigue estando Dios de nuestro lado" (a pesar de los obispos españoles).

Quizás estas incorporaciones puedan hacer caer en la cuenta a algun@s hooligans mediáticos y activistas en la Red que han predicado contra las predicciones científicas, (probablemente por tomar partido de manera religiosa contra Al Gore y contra Zapatero), que estamos ante un debate de escala planetaria del que no se puede participar con las gafas de cerca ni con el cristal ahumado.

Ahora podemos decir con claridad que algunos han querido ser “más papistas que el Papa” y más “primos” que el primo de Rajoy. Pero no hay que preocuparse: pronto defenderán la buena nueva con la fe del converso, encontrarán pasajes bíblicos y rescatarán profetas que anticiparon los tsunamis, ciclones y el deshielo de los glaciares.

Lo único que espero es que la Iglesia no vea detrás de los problemas ambientales y del “cambio global” al maligno, y no quiera achacarlo a cuestiones sobrenaturales porque ya sabemos que no hay que mirar para ningún lado sino a nosotros mismos y en buena medida a la dañina y equivocada cultura del creced y multiplicaos y tomad los frutos de la Tierra.

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