lunes, 12 de noviembre de 2007

En busca del Señor Z

La reacción del PP a la sentencia del 11-M no me ha extrañado para qué vamos a engañarnos. No tenían otra opción. Se lo han jugado todo a par y negro y la bola ya está rodando y no se pueden apear de la ruleta, no pueden cambiar la apuesta.

Cuando he escuchado y he visto al Aznar re-diciendo que los autores intelectuales no están en lejanos desiertos ni en remotas montañas, con el mismo cinismo con que afirmó que tenía la certeza de que había sido ETA la autora del atentado del 11-M, he recordado la cara dura con la que aseguró públicamente que había armas de destrucción masiva en Irak.

Lo de la falta de respeto a las instituciones democráticas, lo del ataque a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado y a los jueces y fiscales, lo de la irresponsabilidad demostrada, en estos momentos es lo de menos. Lo peor de esta historia es que la dirección actual del PP ha inventado, alentado, mantenido y quiere dejar abierta la teoría de la conspiración porque piensa el ladrón que todos son de su condición. Rajoy, Acebes, Aznar y otros autores intelectuales de la estrategia del PP, desde aquél horroroso y sangriento atentado de Madrid en el que murieron doscientas personas y otros muchos resultaron heridos, son capaces de todo por el poder hasta imaginar que otros harían lo que ellos estarían dispuestos a hacer.
El objetivo es Zapatero, el enemigo es Zapatero, y lo demás, (la economía, la lucha antiterrorista, la cohesión social y territorial), de verdad, les importa un bledo.

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